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domingo, 16 de marzo de 2014

REPARTO DE PUNTOS






Nadie se fue contento del todo del Martínez Valero aunque ninguno tampoco maldijo su suerte. El Elche extrae consecuencias positivas: sigue fuera del descenso, continúa sin encajar en casa y llega a la parte final de Liga con el objetivo al alcance. Sin embargo, la nota amarga es que no fue capaz de vencer al colista, con muchos lesionados y habiendo jugado el jueves. Además, pidió un penalti a Coro en el último segundo que pudo echar por tierra todas las crónicas y dejó a los ilicitanos irritados. Álvarez Izquierdo no estaba por la labor de empañar su partido con un error en el último segundo y en lugar de señalar penalti, pitó el final y 'santaspascuas'.

El Betis, por su parte, vuelve a Sevilla con una sensación extraña. Si bien un punto ante un rival muy fuerte en casa y después de todos los accidentes acaecidos (dos lesiones de sus laterales en la primera parte) puede parecer bueno, la distancia sideral que le sigue distanciando de la salvación, le deja mal cuerpo. La sensación de despertarte en la cruda realidad después de la juerga en la que te olvidas de todo.

El Elche salió decidido a tener el balón y el Betis, a esperar una contra. Las fuerzas, tras el esfuerzo del jueves, no estaban para mucho. Pero aunque exhaustos, con las balas de Cedrick, Rubén Castro y Leo, te puedes llevar por delante a más de uno. Un buen plan a priori, sabiendo que al Elche le cuesta mucho marcar. Sin embargo, las lesiones de Dídac y Caro y las numerosas interrupciones dejaron la primera parte en nada. O en casi nada. Porque hubo un penalti de Botía a Perquis que también se tragó el colegiado.

Así, ya en la segunda mitad, Escribá insistió en percutir por la banda del improvisado lateral Amaya introduciendo a Garry. Pero con buenas ayudas, los béticos dejaron en nada los fuegos de artificio del exótico fichaje invernal del Elche. Sólo Coro inquietó a la zaga bética con su movilidad. En una de ellas, se quedó sólo ante Adán pero cuando iba a apretar el gatillo, Figueras salvó el 1-0, enmendando su error inicial. Con Leo también tocado, el Betis de parapetó atrás, dejando un islote y medio arriba (Rubén Castro y Salva Sevilla). Y con ese poco estuvieron a punto, por dos veces, de mandar al Elche a la lona. Pero el cansancio les pudo en los metros finales. El último arreón del Elche quedó en nada al no señalar el penalti final. Un punto entre accidentes, con alegrías y disgustos a partes iguales.

fuente: diario as

domingo, 2 de marzo de 2014

GRAN PASO HACIA LA PERMANENCIA



Decía Escribá en la previa que avanzar cada metro en Primera cuesta una barbaridad. Y razón tiene. El Elche sufrió la victoria de ayer. Pudo adelantarse por tres veces en la primera parte (dos palos) pero también supo encajar los golpes de Rafinha y su banda en la segunda mitad sin caer a la lona. Y justo cuando apretaba el Celta, Carles Gil se sacó un conejo de su chistera. Un golazo que deja al Elche seis puntos por encima del descenso: un botellón de oxígeno.

En la primera parte, cada uno apostó por su fuerte. El Elche, por el balón parado. El Celta, por el juego combinativo. Y así llegaron las ocasiones. Las dos primeras del Elche, dos palos. Primero Botía se elevó para cabecear un centro de Márquez y el balón impactó en el poste. Después, Albacar, en una falta, hizo temblar el larguero.

Los vigueses, con Santi Mina y Cabral, también pusieron el susto en el cuerpo de los franjiverdes. Sin embargo, la más clara la tuvo Cristian. Albacar le puso un caramelo para todo delantero. Pero el canario se relamió tanto que eligió tirarse en plancha (sin necesidad). Y ahí perdió eficacia.

Tras el descanso, Rafinha decidió ponerse a jugar. Y dio un recital. Siempre que la cogía, el Celta creaba peligro. Sin embargo, la más clara fue una falta de Orellana que paró Manu y también el segundo remate de Fontàs. Y cuando el Celta se veía ganador, apareció Carles Gil con un golazo de oro.