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martes, 20 de agosto de 2013

DECEPCION EN VALLECAS




El Elche vivió ayer un amargo retorno a Primera División al perder por tres goles a cero ante el Rayo Vallecano en Vallecas. Bueno, en dos ocasiones, y Perea, hicieron las dianas de los madrileños. Los ilicitanos chocaron con la realidad de una nueva categoría muy exigente en la que hay que hacer muchas cosas bien para sacar adelante los partidos. La sensación de impotencia mostrada por el equipo en el popular barrio madrileño puede hacer daño en los siguientes duelos, pero hay que tener la cabeza fría para mejorar todo lo que que se hizo mal ayer ante un rival con oficio y en medio de una temperatura superior los 33 grados que agotó al equipo que más presionó sobre el campo.
Las estadísticas de los franjiverde en los inicios de la llamada Liga de la Estrellas han sido en la mayoría de las ocasiones negativas. De hecho, desde hace 40 años, hay que remontarse al 2 de septiembre de1973, no se ha logrado vencer en el arranque de tal competición. En aquella ocasión, se superó al Barcelona por uno a cero. Ayer, la derrota volvió a aparecer después de 24 años sin ver el color de la máxima categoría.
Los Alberto, Bueno y Perea, aprovecharon el bajón físico del Elche en la recta final de la primera mitad para decidir un duelo que los franjiverde estaban llevando por el camino de la corrección apoyados en una presión constante que ahogó durante muchos instantes al Rayo. Pero en la máxima categoría se necesitan muchos más argumentos para sacar adelante los encuentros.
En los mejores momentos del equipo franjiverde faltó el último pase para dar algún susto a Cobeño. Incluso, Aarón estuvo en un tris de adelantar a los suyos en el minuto 26, tras un centro de Manu del Moral, pero su disparo salió rozando el palo izquierdo del meta rayista.
El Elche estuvo aseado, pero se fue del partido, en el minuto 40, y lo pagó caro. Dos concesiones de la defensa ilicitana terminaron con la pelota dentro de la red. En la primera diana, Cisma estuvo muy lento a la hora de cerrar su banda izquierda y, en la segunda, nadie se dignó a dificultar del disparo de Perea, que desde fuera del área mandó el esférico dentro. Demasiadas ventajas para un rival de la Liga BBVA.
Veinticuatro años es demasiado. Ese es el tiempo que separa del duelo que jugaron en La Romareda el Real Zaragoza y el Elche, último partido de los franjiverde en Primera División, al que enfrentó ayer en Vallecas al Rayo con el conjunto ilicitano de nuevo en la máxima categoría. En aquel once en tierras mañas, en la que estaba el actual médico del club César Quesada como portero, figuraban Casimiro, Javi, Liceranzu, Robi, Fernández, Bracun, Puche I, Gomis, Puche II y Fernando Rodríguez.
Ayer, Fran Escribá dio continuidad en el once inicial a seis jugadores que la pasada campaña lograron el ascenso a Primera División batiendo todos los records. Es decir, a Manu Herrera, Rivera, Aarón, Carles Gil, Generelo y Coro. Dejó fuera del 0nce inicial, de forma sorprendente, a Fidel, tratando de buscar el trabajo de Aarón.
El Elche salió sin complejos confiando en llegar a la victoria apoyado en su presión y tratar de romper al rival con una contra, fiel al estilo del año pasado. Impidió durante muchos minutos que el Rayo saliera con el balón controlado desde atrás como suele hacer el equipo de Paco Jémez. En esa tarea el Elche hizo muchas cosas bien, pero a la hora de llegar a las inmediaciones del área contraria faltó criterio futbolístico. Con el balón en los pies el equipo franjiverde está obligado a hacer muchas más cosas. De lo contrario, te puede suceder lo de ayer, que el rival aproveche su oportunidad para decantar el duelo de su lado. El bajón físico franjiverde antes de irse al descanso fue duramente castigado con dos goles rivales, de Bueno y Perea, minutos 41 y 45, que decidieron el duelo.

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